lunes, 18 de noviembre de 2019

COMO LAGRIMAS EN LA LLUVIA. (Sobre un relato de Stephen King).



Jofre, Jorge.

  
Derry no existe en ningún mapa impreso ni tampoco en los de Google: es un invento de Stephen King, tal vez el más grande escritor de la narrativa de terror contemporánea. Desde la primera página de IT (Eso), novela del año 1986, King pone en escena a ese pueblo que ya había mencionado con anterioridad para crear el escenario de un payaso asesino. En Derry cada 27 años desaparecen y mueren niños.





En el comienzo del relato es que Stephen King, ya da cuenta de un homicidio en las calles de Derry: el del pequeño George Denbrough por 1957.Pero luego vamos descubriendo, que en Derry, hubo otros asesinatos antes de esa fecha y después. George Denbrough aparece en las primeras páginas (I. Después de la inundación (1957)). Es el niño que juega, en los desagües de la calle, con un barquito de papel que le confeccionó su hermano Bill Denbrough. Un barquito que cuando llega a la alcantarilla de Witcham Street se hunde “en aquellas fauces” oscuras y desaparece. George Denbrough, de rodillas e intentando ver dónde está su barquito descubre, dentro del oscuro foso de la alcantarilla, un payaso que se presenta como Bob Grey o Pennywise. Un payaso de cara blanca y una sonriente boca pintada; una personificación del mal que cada 27 años asola a Derry. Con un “traje de seda abolsado con grandes botones de color naranja. Una corbata brillante de color azul eléctrico” …con grandes guantes blancos y globos de colores que flotan. A menos de un minuto del primer grito, Dave Garden, encontrara el cuerpo examine de George asomándose de la alcantarilla.
En toda la primera parte del relato, King pone en escena y nos presenta a los siete protagonistas del relato. Seis hombres y una mujer que de niños se habían prometido en Los Barrens de Derry, retornar al lugar, estén donde estén, si fuera necesario combatir nuevamente al mal como lo habían hecho en 1957. Y es también en esa primera parte donde aparecen dos relatos que merecen ser leídos lenta y minuciosamente. Uno de ellos nos revela a una Beverly Marsh niña que ha descubierto en el baño de su casa una voz que sale del agujero de descarga del lavatorio. Las revelaciones se suceden y el lector llega a darse cuenta que ciertas evidencias de la existencia de algo malo en Derry solo son vistas y percibidas por los niños. Algo semejante ocurre con el relato de Stan Uris que intentando avistar especies de pájaros se ve envuelto en una angustiante situación en la antigua torre-deposito ya inutilizada por ese tiempo. King nos permite mirar casi como a través del ojo de una cerradura algo que le ha sucedido a Beverly Marsh y a Stan Uris durante su niñez y hacia fines de los cincuenta. Dos pasajes notables dentro de una extensa novela plagada de horror, misterio y muertes que cobran la intensidad de hechos reales; que tornan borrosos los límites de la ficción.
La lectura de IT de King nos conduce a pensar que a veces es dable distinguir, en la intensidad de un gran relato, a la manera de las mejores tragedias áticas, pequeños grandes relatos. Recordemos el monólogo final de Blade Runner de Ridley Scott. El replicante Roy Batty se está extinguiendo. En un esfuerzo casi supremo, le expresa a su perseguidor: “Todos esos momentos se perderán en el tiempo, igual que lágrimas en la lluvia…”; el momento vale un filme y transcurre en un tiempo que escasamente supera el minuto Los dos relatos, el del lavatorio y el de la torre-deposito, son solo algo de lo que bordea ese horror y esa muerte dentro del océano de la novela de King.  Beverly Marsh y Stan Uris han visto cosas inimaginables en ese Derry de fines de los cincuenta. Han sido impactados por el horror y la muerte que propaga Pennywise y el escritor nos da muestra de ello.
De todos modos, ambos relatos, el de Beverly Marsh y el de Stan Uris, en todo intento de reseña, se diluyen en la enorme trama de IT si no sabemos descubrirlos. Se convierten en lágrimas en la lluvia, remedando la notable metáfora de Roy Batty antes citada. Desaparecen en la enormidad del relato y al igual que ese Derry tampoco existen en el Google.


 Jorge Jofre.  Octubre 2019.
Geofrius didakticus. (1919)
Publicado en Revista Amauta. Nro 11. Enero 2020.