sábado, 22 de octubre de 2016

CINE DE VILLANOS





                                                                                    Por Jorge Jofre.

En el MALBA se desarrolló un ciclo denominado Cine de Villanos.  Un variado repertorio en lo que hace a directores y procedencia de los filmes que deja en claro que las vilezas no tienen un único motivo ni un único patrón y se instalan en lo cotidiano.

Si villano, más que el habitante de una villa,  es aquel que comete acciones no nobles, con seguridad que en “Monsieur Verdoux” (Charles Chaplin; 1947) , Henri Verdoux, cumple ampliamente con el rol. A uno no se ocurriría tal vez, para mantener a su familia,  casarse con viudas ricas  para matarlas y apoderarse de sus fortunas. Charles  Chaplin como director deja en evidencia en este filme cierta condición humana muy particular , tomando además como referencia para el personaje la figura del célebre asesino Landrú.
 En “ La mala semilla” (1956, Mervyn Leroy”) , vemos hasta donde puede alcanzar la envidia de la pequeña Rhoda de ocho años , que es capaz de asesinar a un compañero de escuela durante un picnic enojada porque este ha ganado un premio deseado por ella. Leroy nos muestra con maestría cinematográfica y oficio como un niño también puede ser malo por más pequeño que sea.
 En filmes como “Perros de la calle” ( Quentin Tarantino; 1992) o “ Sed de mal” ( Orson Welles; 1958) se ponen en evidencia dos cualidades villanas: la traición y la corrupción.   Tarantino arma con absoluta claridad una historia de un robo de diamantes, seis delincuentes y una traición que desemboca en drama. En “ Sed de mal “  el comisario Hank  Quinlan (Orson Welles) es  un policía corrupto que se vincula a ciertas formas del poder. A la figura de Quinlan , el célebre director,  contrapone  la de Mike Vargas ( Charlton Heston), un agente mejicano de narcóticos, capaz de luchar por la justicia hasta lo indecible.
 La ambición desmedida de algunos conquistadores se hace presente en “Aguirre, la ira de Dios” (Werner Herzog; 1972). El español Lope de Aguirre, busca en el medio de la selva amazónica una forma de llegar con sus hombres hasta El Dorado. Poco a poco la ambición del oro lo va cegando: el clima, la geografía, los egoísmos personales y los ataques de los nativos van reduciendo su grupo. Herzog lo muestra a Aguirre, en un final que se ha hecho célebre,  solo en su balsa gritando y declamando irracionalmente.
 Cine de Villanos, nos tira a la cara, como la demencia asesina, la envidia, la traición, la corrupción o la ambición sin límites pueden precipitar dramas. Así como también que la villanía no se maneja bajo una única forma y que más allá del cine puede estar presente en nuestra realidad. Una célebre canción de Los Violadores hablaba de la violencia en el quiosco de la esquina Nosotros le podemos agregar a esa esquina, con este ciclo, la  posible existencia de algún villano.

Publicado en el Periódico El Termómetro . ( PILAR; 2016).
Jorge Jofre; agosto 2016.