domingo, 1 de marzo de 2009

IGLESIAS BRICKLES & REP.


Por Jorge Jofre.




Los enigmáticos “grabados” de Iglesias Brickles.




Si situamos nuestra mirada desde el estricto campo del grabado, el cuerpo fundamental de la obra de Eduardo Iglesias Brickles ( Curuzú Cuatía, 1944), rápidamente se nos plantean una serie de contradicciones. En una gran parte de lo producido a partir de los ‘90, Iglesias Brickles, nos priva con sus “xilopinturas” de la posibilidad más grande del grabado: la de permitir reproducir varias veces una misma imagen sobre el papel. Las “xilopinturas” del grabador correntino se concretan a partir del simple hecho de pintar, con tintas y óleo, la superficie del taco de madera y los cavados efectuados por la gubia. Es de este modo como el “taco” ya no sirve para estampar; pasa de ser un vehículo para reproducir a una obra en sí mismo…una pieza única.
Tal simbiosis de xilografía y pintura, le permite a Iglesias Brickles, desplegar plenamente una imaginería donde confluyen varias estéticas ya consagradas (el expresionismo alemán, la pintura metafísica, el simbolismo ochocentista, el pop) y algunos recursos tomados de la historieta y el afiche.
Pero todo lo expresado, creo que solo alcanza para evidenciar el recurso técnico empleado y la mera apariencia externa de la obra del grabador. Con solo observar “Auto Rojo” (1985), obra que ilustra la tapa de un estudio reciente de Alberto Petrina sobre el artista editado por Asunto Impreso, salta a la vista el abrumador clima que impregna toda su obra. Un clima donde el misterio, lo sórdido, en definitiva lo sombrío se constituye en algo más que simples adjetivos. Iglesias Brickles nos muestra al auto rojo, con sus cuatro puertas abiertas y rodeado de metafísica soledad; abandonado por la presencia humana…. ¿Que ha ocurrido? , ¿Quienes tripularon el vehículo? o ¿Por que lo abandonaron? , son solo algunas de las preguntas que se puede plantear el narratario que intente descubrir las incógnitas que nos arroja la imagen. Y empleo la palabra narratario porque, aunque enigmáticamente, siempre en las imágenes suyas se destaca la intención de contarnos algo.
Ya tampoco nos interesa, si la obra del artista correntino es grabado o pintura; si se inclina a una estética determinada o se asemeja a un cuadro de historieta….solo nos importa descubrir lo que las imágenes nos cuentan. Tanto el “Auto rojo”, como las cabezas que flotan sobre un fondo o un paisaje (“Tajos en la pampa”; “Sin aliento”), son productos de una imaginería que busca afianzarse en la idea del relato….donde el enigma no resuelto es la moneda corriente del artista”.

Revista “Punto & Aparte”. Noviembre 2005.


Rep y las Bellas Artes.


Si quisieramos biografiar la vida de Miguel Repiso (Rep), con seguridad que lo escrito se tornaría laberíntico, casi diríamos a la manera de la trama de un cuento de Borges o Cortazar. De todos modos a ambos relatos los separaría (dejando fuera cuestiones de calidad) el delgado hilo que corta la realidad de la ficción, pues la variedad de circunstancias vividas por Rep son autenticas y no forman parte de ningún cuento aunque lo parezcan.
Tengamos pues en claro que Miguel Repiso , el hijo de una modesta cocinera y de un chofer y armador de bicicletas, es más real aún que su propia biografía. Es el Miguel Repiso que vivió en inquilinatos y en " una cocina de cartón, prefabricada, en una terraza de Villa Marteli" ; el mismo que trabajó como verdulero, heladero, limpia-copas, mozo, diarero y vendedor de revistas en Parque Rivadavia.
El otro, Rep, tal vez se comenzó a gestar el día que Miguel Repiso, decidió montar en un cuarto de su casa una editorial junto con su amigo Carballo. Con solo doce años y con una birome sobre hojas cánson dibuja una revista. " Bazofia" será su título, y el mismo parecerá indicarnos que Repiso ( ya Rep en formación) ha tomado partido por una mirada que tanto implica lo marginal como lo diferente.
Ya consagrado como Rep , Miguel Repiso, estableció en una muestra del Malba, un panorama de la imagen plástica desde la prehistoria hasta nuestro presente; que destacaba tanto a Leonardo, como a Goya, Picasso, Pollock o Bacon entre los extranjeros; a Sívori, Carpani, Berni o Kuitka entre los nuestros.
Pero, Rep, no se limita a elaborar un ingenioso " chiste" sobre una obra paradigmal o un artista; su humor gráfico busca conmover estructuras; intenta mostrar al arte más allá del anticuado" sistema de las Bellas Artes", de acartonadas historias o publicitados eventos . Así es, como el lápiz de Rep, esboza a un Antonio Berni enfrentado al dilema del título, ante su creación más importante ( Juanito Laguna) o muestra dos cuadros de Hopper, donde sus solitarios personajes buscan establecer un diálogo " obra a obra" . Rep, es poseedor de una mirada personal del arte, capaz de transportarnos a una conclusión no prevista.

Revista Punto & Aparte. Octubre 2004.